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Algo que me gusta hacer cuando tengo que pensar en cuál es el mejor camino a seguir en una situación es preguntarme: ¿Qué haría Sofia Coppola?
En este análisis voy a hablar sobre una directora que tiene la capacidad de encontrar la belleza en el día a día, que simboliza la gracia frente a la adversidad, el juego creativo como respuesta a la incertidumbre, y por eso tanto ella como su cine me resultan tan inspiradores.

Me gustan sus películas porque valoro el cine que me hace sentir algo, y que al mismo tiempo va creciendo a la par de una, con historias atemporales que permanecen en la memoria.
En el Nombre del Arte
Sofia estudió Bellas Artes en el Instituto de las Artes de California, y cuando se graduó se encontró ante el mismo interrogante que le gusta plantearle a sus personajes:
¿Y ahora qué?

Le interesaba la pintura, la fotografía, el diseño, la moda, y la música. Probó y experimentó sin miedo en cada área que le llamaba la atención, y coqueteó con varias aristas del arte, pero no terminaba de hallarse en ninguna de ellas, hasta que encontró en el cine, la posibilidad de crear algo nuevo a partir de esa amalgama de pasiones sin fin.
Con los años desarrolló una visión particular, un universo propio sostenido hasta el día de hoy en la sutileza y la atención al detalle.
En 1998 se puso por primera vez su traje de guionista y directora con su cortometraje Lick the Star, marcando el tono y el estilo que un año después desplegaría en su primer largometraje: The Virgin Suicides y que con el paso del tiempo se convertiría en su sello personal.
Bonus: también dirigió y apareció en varios videos musicales para bandas como Phoenix, The White Stripes y The Chemical Brothers.
A diferencia de su padre, Francis Ford Coppola, Sofia se mantuvo alejada de las grandes producciones (excepto Marie Antoinette), y eligió un camino más independiente para tener total control y libertad creativos.


Esto la llevó a fundar su propia marca de ropa Milkfed (comercializada en Japón), guiada por una de las máximas de su padre: no pretender que el arte sea el sustento de su vida, sino ocuparse de tener una fuente de ingresos lo suficientemente estable como para poder financiar sus proyectos creativos, sin tener que someterlos a las cambiantes demandas del mercado, y poder mantenerse auténtica y fiel a su visión particular.
Técnica y Estilo
Sofia tiene un estilo de dirección que con el tiempo pasó a ser su marca registrada, y que la distingue de otros directores. Es experta en usar los colores, el diálogo minimalista, la fotografía, el encuadre, la composición, el vestuario, el diseño de arte, el sonido y la música para hacernos sentir parte del mundo interno de los personajes, invitándonos a contemplar la intimidad de ese pequeño universo cuidadosamente orquestado. Además, es el ama de la habitación desordenada, pero con personalidad.
Nos muestra el contexto de los personajes, quiénes son, quiénes quieren ser, dónde estuvieron y hacia dónde están yendo, pero sobre todo conoce la importancia del show, don’t tell (mostralo, no lo cuentes). No necesitamos que los personajes nos cuenten lo que les está pasando, y nos expliquen la trama, podemos sentirlo.


Cuando escribe sus guiones, elige la música que le hará compañía mientras busca la atmósfera adecuada para la película, y al mismo tiempo utiliza un moodboard o tablero de visión lleno de referencias visuales y fotografías que luego le ayudarán a visualizar el mood de la historia. En este sentido, su trabajo tiene raíces muy fuertes, y se toma muy en serio su fuerte compromiso al representar estos pequeños universos privados.

Lo singular se vuelve Universal
Sofia siempre tuvo el ojo puesto en contar historias centradas en un tema específico, a diferencia de las historias clásicas de la tradición hollywoodense, con tres actos en los que tenemos presentación de personajes + conflicto + resolución.
Las historias de las chicas Coppola son un mundo en sí mismas, y despiertan emociones que permanecen a lo largo del tiempo.
Sus películas suelen abordar la experiencia de ser, y sentirse, o no, mujer, con protagonistas (generalmente) adolescentes, solitarias, aisladas e incomprendidas, con una visión inocente y superficial del mundo que va cambiando a medida que atraviesan la incertidumbre de no saber cuál es el siguiente paso a dar.
Habiendo crecido en una familia con una tradición de películas pensadas para un público «masculino» y rodeada de hombres, no es de extrañar que Sofia buscara diferenciarse y narrar la experiencia femenina creando su propio universo melancólico y dreamy.
Los temas recurrentes en sus historias son la soledad, el aislamiento, la fama puertas adentro, los vínculos padre e hija, y la búsqueda de la propia identidad.
Son historias que se sienten como la vida, porque no son sobre el ser, sino sobre el convertirse en.
Ahí donde Sofia pone la cámara, hay un mundo y una chica navegándolo, con excitación y también con dolor.
Y acá es donde está su mayor talento, en encontrar lo singular en una historia y convertirlo en universal.
Filmografía
- Lick the Star (1998)
- The Virgin Suicides (1999)
- Lost in Translation (2003)
- Marie Antoinette (2006)
- Somewhere (2010)
- A very Murray Christmas (2015)
- The Beguiled (2017)
- On the Rocks (2020)
- Priscilla (2023)

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